jueves, 18 de diciembre de 2008

Ley de atracción - El experimento

Mi relación consciente con la ley de atracción comenzó a partir de un querido amigo: “tengo una película que quiero que veas”. La peli en cuestión era “The Secret”.

Y me encantó. Enseguida me dispuse a poner el secreto en práctica.

Así que como corresponde primero “deseé” y acto seguido, pedí al Universo aquello, a saber, que el hombre del cual estaba enamorada resurgiera de su ausencia con intenciones amorosas de encontrarse conmigo.

El paso que seguía le correspondía justamente al Cosmos. Él debía encargarse del “cómo”, y en este caso práctico, de cómo hacer que el tipo en cuestión agarrase el teléfono y me llamase.

La última pero fundamental parte del experimento era nuevamente mi parte: el agradecimiento. Lo sutil de esta poderosa ley es la capacidad de sentirse agradecido antes de que el deseo en juego se materialice como así también ser perseverante a la hora de visualizar aquello.

Seguí lo pasos: agradecí de corazón el hecho de que él fuera a retornar ese mismo día. Y vaya si lo visualicé :)

No funcionó. Ésa es la verdad. Supongo que el Universo tendrá fuerzas inconmensurables, y sobre todo inteligencia, todo por lo cual, asumo que si él no volvió fue porque a fin de cuentas, él no quería.

A pesar de que su ausencia continuó, el balance es positivo, no fuera a ser cosa de que volviera pero a regañadientes impulsado vaya a saber por qué extrañas fuerzas cósmicas originadas en el deseo de uno vaya a saber qué cabecita de enamorada.

De acuerdo a lo que pude escuchar en la peli, el secreto ha permanecido oculto para el común de la gente desde tiempos lejanos en la historia de la humanidad y sólo al alcance de una élite que como siempre no quiso dar a conocer su fuente de sabiduría a la hora de cosechar éxitos.

Más allá de mi felicísima anécdota, cabe destacar que hasta ahora, las cosas más importantes en mi vida las conseguí de esa forma: visualizándolas.

Si llegué a escribir en este lugar para que me leas, es porque en algún momento, cuando no en muchos, me visualicé haciéndolo.

Ley de atracción.

¿Por qué no funcionó para que mi chico llamase? Porque él estaría visualizándose con otra chica, calculo.